La Guerra de Secesión norteamericana: una visión militar española

Imagen de un sobre del período de la Guerra de Secesión que representa a Columbia con una espada en una mano y la bandera norteamericana en la otra. <br>© Library of Congress.

Imagen de un sobre del período de la Guerra de Secesión que representa a Columbia con una espada en una mano y la bandera norteamericana en la otra.
© Library of Congress.

Retrato de soldado afroamericano con el uniforme del regimiento de caballería perteneciente al Ejército de la Unión (entre 1863 y 1865). © Library of Congress.

Retrato de soldado afroamericano con el uniforme del regimiento de caballería perteneciente al Ejército de la Unión (entre 1863 y 1865).
© Library of Congress.

La Guerra Civil estadounidense tuvo lugar entre 1861 y 1865, cuando un grupo de estados del sur intentaron independizarse de los Estados Unidos de América y formar los Estados Confederados, también llamados la Confederación. Las causas se encuentran en las profundas divisiones económicas, políticas y sociales que surgieron entre los estados del norte y del sur, especialmente acerca del tema de la esclavitud. En 1860, Abraham Lincoln, que se oponía a la expansión de la esclavitud, fue elegido presidente de los Estados Unidos. Los estados esclavistas del sur querían preservar su independencia política. La guerra empezó el 12 de abril de 1861, cuando los Estados Confederados bombardearon las fuerzas armadas de los Estados Unidos en Fort Sumter, en Carolina del Sur. En este conflicto, los avances tecnológicos más novedosos, los ejércitos de masas y la pasión popular se combinaron con una voluntad política inflexible y con los objetivos y los recursos de la guerra total. Dado que los dos bandos comenzaron a luchar sin estar preparados para los acontecimientos posteriores, sus líderes se vieron obligados a improvisar en la formación de inmensos ejércitos de soldados-ciudadanos y en la producción y distribución a gran escala de armas y equipamiento. Al final, el Norte, la Unión, ganó, beneficiándose de una población más grande y mayor poder industrial. Cuando los confederados se rindieron en 1865, más de seiscientos mil soldados de ambos bandos habían perdido sus vidas. Importantes consecuencias de esta guerra fueron el fortalecimiento del poder central, la abolición de la esclavitud en los Estados Unidos y el crecimiento y consolidación del país como potencia industrial.